miércoles, 15 de octubre de 2008

Adopten un administrador

Bajo de estatura, regordete, con un andar inconstante, peinado indeciso y muy criticado por la forma en la que trata al personal que tiene a su cargo, con un tono de voz antipático y una mirada antojadiza, mi administrador, es una persona con cualidades indiscutibles con respecto al manejo de un restaurante, excluyendo de esta actividad el manejo del personal que trabaja en éste.

Actualmente la tendencia empresarial es hacer que las empresas sean cada vez más humanas logrando de este modo que los clientes se sientan más confiados y genere en ellos la necesidad imperiosa de compra, pues ese valor agregado de la atención personalizada genera distinguirnos de los demás. En este caso, mi administrador, que derrocha arrogancia y soberbia a borbotones, hace lo posible por no seguir esta tendencia, en el restaurante no hay un clima cordial solo con él porque su aura está contaminada y cuando se hace esperar para hablarle confirma muy bien lo que digo.

Si bien le apasiona lo que hace debería mejorar su forma de ser y de tratar a las personas. Como dijo uno de mis compañeros de trabajo: “cuando una persona es mierda, mierda será para siempre”. Yo creo que no necesariamente. Puede cambiar!, quizás la llegada de su primer hijo al mundo lo cambie. Conozco de una azafata que era antipática, pero con un suceso importantísimo en su vida, ésta, puede cambiar y tornarse más alegre.

Volviendo a mi administrador, éste está viviendo un momento realmente muy importante en su vida, pues acaba de ser papá y es una alegría infinita para cualquier ser humano. Cuando mis compañeros y yo nos enteramos del gran acontecimiento nos alegramos por él, pensé que por fin iba a ser más cordial y menos antipático, que iba a tratar a las persona más amablemente, pero no fue así. Cuando la señora que trajo a la vida al hijo de mi administrador, éste fue a verla, según trascendió, pues yo estaba de descanso, pero al día siguiente cuando algunos lo felicitaron, éste negó la buena nueva, dijo que están equivocados y que de ser cierto él no estaría trabajando en este momento. Esto es una noticia muy decepcionante, un hombre que niega a su hijo, no merece ser hombre y es por eso que no espero, ahora, que la mierda deje de ser mierda, peor aún cuando a la señora que alumbró su, espero no desafortunado, hijo la conocemos muy bien pues trabajó con nosotros bastante tiempo ganándose la amistad de todos.
Después de esto, hago un llamado público a las empresas que deseen un administrador de estas características, no cobra mucho y se desvive por dar de sí lo mejor, pisoteando y tratando mal a quien sea, quizás pueda servir para manejar un centro de reclusión o ser el encargado de dar el pinchazo final a los perros que no tienen dueños en la perrera municipal, puede también ser útil como blanco en tiro de dardos dentro de la maternidad de lima en una sala especial para mujeres cuyos hombres no reconocen a sus hijos.

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