jueves, 16 de octubre de 2008

Adopten un administrador II

En el artículo anterior describo algunas características de este desagradable personaje e hice un llamado público a su adopción. A continuación narro más sucesos impresentables del susodicho.
Lunes 5:00pm, cambio de turno en el trabajo. Uno de los trabajadores ve en la mesa de la cocina cuatro platos del almuerzo que se sirvió al personal aproximadamente a la 1:00 de la tarde, le pregunta a un compañero si puede coger un plato y éste le responde que si porque ya todos habían almorzado y sobraban esos cuatro. Cuando este joven regresa a la cocina por su plato que ya había calentado le pide además a su compañero que le regale un pedazo de palta, como si la palta fuera de él (muy mal).

Cuando está por retirarse de la cocina se acerca el popularmente conocido “teletubi”, mi administrador, que mirándolo de reojo, nota que está con un plato de comida y lo más grave aún con un pedazo de palta. Mientras pegaba una hoja en la puerta de la cocina le dijo: (A continuación transcribo la conversación).


Teletubi (TLB): No que ya no ibas a comer?
Personal (Prs): No. Pero ….
TLB: Ya no te estoy descontando el tiempo que se descuenta cuando comes, porque me dijiste que ya no ibas a comer.
PRS: Sí, y yo no estoy descansando, estoy fuera de horario he trabajado mis horas completas y como ha sobrado comida se la pedí a mi compañero. Como todos han comido y ha sobrado.
TLB: Esa comida la puede comer otra persona y él (el compañero) no tiene por qué dártela, no está autorizado. El responsable de la comida soy yo no él. Y si yo quiero esa palta se la descuento a él si me da la gana.
PRS: Disculpe señor, so sabía que tenía que pedirle permiso para coger un plato de comida que está sobrando.
TLB: Pero, tú me has dicho que no te descuente el tiempo porque no quieres comer y ahora. A la próxima me tienes que pedir decir a mí. Anda nomás.
PRS: Ok, señor no sabía y, como estaba sobrando no lo vi mal, lo de la palta disculpe pero acá la dejo.
TLB: Come nomás, pero avisa.
PRS: No gracias.

El queridísimo administrador lo miró de reojo y siguió pegando una hoja en la puerta mientras mi compañero se retiraba del lugar.Éste es mi administrador, una persona tan humana como una piedra en el camino, que cuando te la topas reniegas un rato de la vida pero al final la hechas a un lado porque no hace más que malograrte solo el momento. Pero como jode.

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