Vemos que distritos como Miraflores, la Molina, San Isidro, Surco, San Borja entre otros, de un nivel socioeconómico alto, limitan con distritos pobres y peligrosos. Además existen dentro de estos distritos calles que no tienen asfalto y casas que ni siquiera son de material noble, podemos ver que a espaldas de un moderno centro comercial en Independencia, al norte de Lima, se ejerce la prostitución y existen discotecas repletas de jóvenes adolescentes portadores de armas blancas. También apreciamos que, a espaldas de una prestigiosa casa de estudios en surco, existe toda una sociedad que vive bajo los escombros de lo que hubiera sido un medio de transporte eficiente, el tren eléctrico, y que si no fuera por la corrupción a la que se ve sujeta nuestra clase política hoy tendríamos una mejor ciudad.
Nuestra ciudad es así como la vemos: desordenada. Sin una red vial eficiente que se de abasto para soportar el incremento de nuestro parque automotor, ad puertas del advenimiento de autos de Estados Unidos. Es posible que se reconstruyan carreteras y se remodelen las autopistas para un mejor tránsito pero lamentablemente se va a hacer cuando la cantidad de autos en esta ciudad ya sea demasiada y se va a generar dolores de cabeza como los que ya se han venido ocasionando con la remodelación de las pistas que se hace al mismo tiempo en toda la ciudad por ser el Perú sede de APEC. En un intento desesperado por causar buena impresión a nuestros invitados los ciudadanos pagamos las consecuencias.
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