viernes, 28 de noviembre de 2008

EL BOOM DE LA CONSTRUCCIÓN

Hemos pasado de la Villa señorial a la bulliciosa urbe, en donde tratamos, (nuestros gobernantes – clase política-) de construir cada vez más solida la idea de lo que es moderno y empezamos por imitar a las grandes ciudades. En apenas medio siglo Lima, se ha convertido de una apacible y bucólica villa en una vigorosa, imparable e impredecible urbe que, al haberse expandido hasta copar sus límites naturales, vive actualmente un boom inmobiliario y de construcción de centros comerciales y de supermercados, que empieza apenas a delimitar su paisaje urbano.

El boom de las construcciones, que se puede apreciar a simple vista en un recorrido por cualquier parte de la capital, es tal vez el mejor indicador de crecimiento y modernización de la otrora ciudad de los reyes. La Lima de hoy está creciendo verticalmente. Los edificios de departamentos se multiplican por todas partes, los centros comerciales y supermercados crecen en diferentes distritos, al igual que las zonas industriales y la oferta de oficinas llega a los mercados Premium más exigentes, con los edificios inteligentes dotados de tecnología de última generación para este país en vías de desarrollo.

La creación del ministerio de Vivienda, construcción y saneamiento, creado en el 2002, sienta las bases para la, supuestamente, adecuada transformación del sector. No hay que menospreciar y debemos decir que el fondo Mi Vivienda incentiva créditos hipotecarios de entre 25 y 40 mil dólares para adquisición de casas, mediante una serie de beneficios para las financieras privadas. Siendo este el principal motor del boom de los edificios de departamentos. Además se puede, gracias a la coordinación entre el Estado y la Banca privada, comprar una casa con las remesas que se son enviadas del exterior, permitiendo a las familias de compatriotas que residen en el extranjero acceder a una vivienda propia.

Este ministerio implementó el programa techo propio dirigido a personas de bajos recursos económicos y entrega subsidios de entre 1200 y 3600 dólares para compra, construcción y remodelación, la creación del banco de materiales se creó para que en coordinación con las municipalidades se entregaran microcréditos para mejorar la infraestructura y servicios de pobladores de bajos recursos económicos. El Estado de su parte ha destinado terrenos de su propiedad para la construcción de mega proyectos habitacionales. Se espera que este sector crezca cada vez más ya que en este primer semestre ha crecido 19.8%. De los nuevos proyectos a ejecutarse en el segundo semestre el 24% corresponde a edificaciones residenciales, 18% a edificaciones comerciales, 16% a obras mineras y 13% a obras públicas.

Ahora estudiemos todos estos “beneficios”, ya sean programas de viviendas como Techo Propio o Mi Vivienda y el crecimiento de la economía que esto genera pero con implicaciones a la idea de lo moderno que es lo que verdaderamente tratamos de entender.

Como podemos comprobar con tan solo subir a lo más alto de nuestras casas, la cuidad de Lima está creciendo hacia arriba, verticalmente, y crece tanto para poder vivir o hacer negocios. Pero ¿Se puede seguir creciendo y desarrollando hacia arriba sin ver lo que verdaderamente pasa abajo?, de hecho sí y, eso es lo que se está haciendo; el tránsito de desperdicios que está bajo nuestros pies a aumentado conforme las personas van pasando del campo a la ciudad y adquieren uno de estos departamentos que se ofertan con todas las facilidades del caso, y se generan toneladas de toneladas de desperdicios que circulan por desagües que están construidos, en la mayor parte de la cuidad de Lima, hace más de 80años y que fueron hechos no con la mentalidad que hoy se pretende estén construidas: listas para arrojar los desperdicios a las playas del litoral limeño por el distrito de San miguel de más de 7 millones 598 mil personas, esto es absurdo y pueden colapsar. Además no existe ningún tipo de tratamiento a las aguas servidas y son arrojas tal cual para terminar con la biodiversidad de las playas de Lima, pero es curioso que aún así con las playas contaminadas se construyan en un espacio reducido de arena entre la Costa Verde y el Océano Pacífico restaurantes cinco tenedores con lugar para ubicar los yates de los comensales que vienen de Ancón o alguna playa cercana para almorzar. No se deja lugar alguno para los veraneantes que bajan de los cerros de Lima y provincias para broncearse, esto es un claro ejemplo de que se transgrede el espacio público que por ser tal nos pertenece a todos, pero que gracias a un contrato con el municipio correspondiente y la autorización del Ministerio de Vivienda Construcción y Saneamiento se ve vulnerado con el fin de generar más empleo y “desarrollo”.

Notemos que acá ya se ve la relación que existe entre el Estado y las empresas y que una necesita de la otra para sobrevivir, pero lo que se debe hacer es que antes de concretar y llevar a cabo un proyecto, éste sea beneficioso para el Estado, la empresa y la sociedad.
Nuestra ciudad es muy privilegiada por estar a las orillas del pacífico. Hace 50 años teníamos hermosas playas con el mar casi sin contaminar que bañaban nuestra costa, ahora casi no tenemos playa y el mar está peligrosamente contaminado. Hace cinco años las playas del norte, desde Santa Rosa, eran bañadas por aguas que tenían una espuma amarillenta que transportaba botellas y bolsas plásticas. El presidente Alan García dijo que seríamos como Miami -en su discurso cuando postulaba a la presidencia- ciudad de hermosas playas que son construidas por empresas privadas y que son generadoras de la llegada de miles de turistas, en el Perú se pretende hacer lo mismo pero antes se debe limpiar el mar y para eso se debe tratar las aguas servidas y ubicar el punto exacto para arrojarlas antes de que colapse el desagüe que data de hace más de 80 años.

1 comentario:

lito peppers dijo...

me sorprende señor maldonado!! realmente que bueno que escribas esperoq ue te des una vuelta por mi blog.. y haber que te parece cudiate.. lito..